domingo, 2 de octubre de 2016

U II: Sistema Nervioso (32)

U II: Sistema cardio-respiratorio (31)

Sistema Cardiovascular.

Es muy importante conocer los antecedentes familiares que puedan predisponer a sufrir una enfermedad cardiovascular, como por ejemplo, tener padres obesos, hipertensos, diabéticos, que presentaron tempranamente colesterol elevado, fueron operados del corazón o necesitaron la implantación de un marcapaso.

La presencia de factores de riesgo aumentados desde jóvenes o ciertos hábitos como el tabaquismo prolongado obligan a una evaluación más detallada.

Examen físico

Inspección, palpación y auscultación. (Esta última permitirá descartar la presencia de soplos a nivel del corazón y arterias, especialmente las del cuello, llamadas carótidas.)
Control de la tensión arterial.
Después de los 45 años, o si existen factores de riesgo aumentados, es conveniente realizar una prueba de esfuerzo (ergometría).
Control de los pulsos arteriales.
Control del peso corporal. Todo exceso de grasa predispone a enfermar el aparato cardiovascular así como a la diabetes, muy especialmente si va acompañado de sedentarismo y estrés.


Recordemos que los efectos nocivos de los factores de riesgo sobre las arterias no se suman, sino que se potencian, con lo cual se incrementa la posibilidad de una enfermedad cardiovascular

La actividad física regular y una buena alimentación: Los objetivos a conseguir con un correcto plan físico (fuerza, flexibilidad, resistencia aeróbica y muscular) y una adecuada alimentación serán aumentar la calidad de vida.
 

U II: Sistema músculo-esquelético (30)

Sistema músculo-esquelético

  1. Come proteínas todos los días. La mayoría de la gente necesita 0.4 gramos de proteína por kilo de peso corporal. Esto asegurará que los músculos tengan la proteína necesaria para mantener su volumen.
  2. 2
    Consume cantidades adecuadas de vitamina D y calcio. La cantidad diaria recomendada (RDA) de vitamina D es de 200 UI para los bebés, niños y adultos de hasta 50 años, 400 UI para los adultos de 51 a 70, y 600 UI para los adultos mayores de 70 años. La dosis diaria recomendada de calcio es de 1,000 mg para los adultos de hasta 50 años, 1.200 mg para los adultos mayores de 50 años, y 1.300 mg para los adolescentes en crecimiento. Las cantidades adecuadas de calcio y vitamina D ayudan a que los huesos se mantengan fuertes.
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    Realiza ejercicios de resistencia por lo menos 30 minutos tres días a la semana. El entrenamiento de resistencia es un grupo de ejercicios que incluyen levantamiento de pesas, gimnasia o ejercicios con bandas de resistencia. Estos ejercicios aumentan la fuerza de los músculos y la densidad de los huesos.
  4. 4
    Has ejercicio de estiramiento por lo menos 30 minutos al día tres días a la semana. El yoga y tai chi son buenas opciones. Esto mantendrá a los músculos, tendones y ligamentos flexibles.

U II: Higiene a los Sistemas de nuestro cuerpo (33)

Tipos de higiene corporal. Medidas básicas
    En base a las diferentes zonas del cuerpo que requieren la aplicación de rutinas higiénicas se pueden establecer diferentes tipos de higiene:
Higiene de la piel
    Se realiza para eliminar el polvo y otras sustancias, sudor y células descamadas y el mal olor, así como favorecer la transpiración, evitando focos de infección y consiguiendo una mejor aceptación social. Entre las diferentes modalidades de este tipo de higiene se encuentran las siguientes:
  • La ducha: permite el arrastre de las sustancias y activa la circulación sanguínea.
  • El baño: puede actuar como relajante corporal.
  • El vapor: permite una limpieza en mayor profundidad, actuando así como activador de la circulación sanguínea, máxime si es acompañado de la ducha, como suele ocurrir al tomar una sauna.
Higiene de las manos
    Debemos prestar especial cuidado, ya que es con ellas con las que realizamos la mayor parte de las actividades diarias. Es muy importante que:
  • Se laven bien antes de las comidas. Es el momento en que manipulamos nuestros alimentos y podríamos haber tocado una superficie contaminada o un animal y por lo tanto provocarnos una infección. Podemos utilizar un jabón en pastilla o líquido siempre que no dañe nuestra piel.
  • Es importante el cuidado de las uñas y su lavado con un cepillo especial, ya que bajo el pliegue de la uña se depositan restos de comida, tierra y todo tipo de suciedad, favoreciendo la proliferación de microorganismos.
    Además de estar limpias, las uñas de las manos han de ser cortadas con regularidad. Se deben cortar siguiendo la curvatura de la yema del dedo.
Higiene de los pies
    La higiene de los pies en el ámbito físico-deportivo ha sido posiblemente el elemento más difundido en la higiene corporal, por el elevado riesgo de contraer enfermedades íntimamente relacionadas con los mismos y con la práctica de actividad física. Ello es debido a la escasa ventilación que existen en los mismos (dado que casi siempre van calzados) lo que condiciona secreciones y un aumento muy grande de la humedad, lo que permite una proliferación de gérmenes muy alta y, por tanto, la aparición de hongos.
    Las normas de limpieza son similares a las de las manos, debiéndose de cuidar mucho el correcto secado (entre los dedos de los pies hay que prestar especial atención, ya que la humedad nos puede provocar la maceración de la piel y provocarnos heridas) y el cortar las uñas frecuentemente en forma recta.
    Así mismo, la limpieza de los pies debe ir acompañada del uso de calcetines y calzado. Los calcetines deben ser finos, preferiblemente de algodón, sin agujeros, costuras y nunca presionantes. Deben ser cambiados siempre que se lavan los pies. El calzado debería ser flexible, ligero y permeable para que permita una buena circulación y transpiración.
Higiene del cabello
    La higiene del cabello es importante para la eliminación de suciedad, el exceso de grasa y la caspa. Se recomienda el lavado al menos dos veces por semana con champú neutro, que debe realizarse con la yema de los dedos, sin utilizar las uñas, teniéndose que cuidar mucho el enjuagado del mismo.
Higiene de la cara
    En la cara encontramos partes físicas importantes en nuestra vida diaria y tenemos que prestarles atención:
  • Los ojos: es recomendable realizar lavados de arrastre con agua.
  • Las orejas: en la higiene de las orejas sólo se deben usar bastoncillos para el pabellón auditivo, nunca para el oído. Lo que haríamos sería arrastrar hacia dentro parte del cerumen que segrega, produciéndose así un “tapón de oído”. Si nos hurgamos en las orejas con las manos sucias podemos provocarnos una infección de oído. Para su higiene es recomendable utilizar el pico de una toalla húmeda.
Higiene de los genitales
    Es una de las zonas que requieren mayor cuidado. Así, la alta producción de sudor durante la práctica de actividad física condiciona su limpiado siempre que se termine su realización y un cambio de ropa interior inmediata. A ello hay que unirle la limpieza correcta de los pliegues cutáneos, separando adecuadamente los labios mayores de la vulva de la mujer y la piel del prepucio en el hombre. En el caso de la primera, la higiene debe intensificarse en la fase menstrual. En ambos sexos, es recomendable una adecuada higiene tras la micción y la defecación.
Higiene buco-dental
    Es importante cuidarla desde pequeños y hacer de la higiene bucodental un hábito y no una obligación. Hay tres medidas básicas a tener en cuenta. En primer lugar, controlar la ingesta de azúcares (no tomarla concentrada como los caramelos, comerla durante las comidas y cambiarla por los frutos secos o vegetales naturales entre comidas). En segundo lugar, una adecuada higiene oral, haciendo especial hincapié en el cepillado, acompañándose temporalmente de enjuagues bucales con locutorios para tal finalidad. Y en tercer lugar, utilización adecuada de del flúor, para aumentar la resistencia del diente gracias al fortalecimiento del esmalte dental. 

U II: ¿Que se entiende por..? (29)

Higiene Corporal

  Se puede definir la higiene corporal como el conjunto de cuidados que necesita nuestro cuerpo para aumentar su vitalidad y mantenerse en un estado saludable. Ésta cumple con dos funciones fundamentales: mejorar la salud del individuo y la colectividad (con las implicaciones sociales y, por tanto, la relatividad cultural que la misma posee) (Delgado y Tercedor, 2002). Igualmente, la higiene corporal es una práctica básica que permite reducir de manera importante las infecciones causadas por microorganismos patógenos, disminuyendo especialmente las contaminaciones entre individuos.
    Sin embargo, no es correcto pensar que todos los virus, bacterias y hongos son microorganismos agresivos e invasores del cuerpo humano. Por lo tanto, la higiene corporal debe ser una higiene equilibrada: debe reducir las contaminaciones de organismos patógenos entre individuos y respetar al mismo tiempo las floras microbiológicas que nos rodean, así como aquellas que alojamos en nuestro interior.

U II: ¿Cuál es el gasto energético de una persona con activación física de 3-5 días de activación a la semana ? (27)

ACTIVACIÓN DE 3 A 5 DÍAS

Existen diferentes fórmulas, pero la más empleada en la actualidad es la fórmula de Harris-Benedict. Esta fórmula es diferente para cada sexo:
MB Hombre: 66,473 + (13,751 x peso en kg) + (5,0033 x estatura en cm) – (6,7550 x edad en años)
MB Mujer: 655,1 + (9,463 x peso en kg) + (1,8 x estatura en cm) – (4,6756 x edad en años)
Con esta fórmula ya conocemos la cantidad de calorías que necesitará nuestro cuerpo para mantenerse pero ¡en reposo! Es decir, simplemente se trata de la energía consumida en respirar, mantener la temperatura corporal, el funcionamiento de nuestros órganos… por tanto a esta cifra habrá que añadir el número de calorías que gastaremos cada día según el grado de actividad física que realicemos.
  • Personas moderadamente activas (practican deporte de 3 a 5 veces por semana):
Gasto calórico del metabolismo basal x 1,55

U II: ¿Cuál es el gasto energético de una persona con actividad física 1 a 2 días de activación por semana? (26)

ACTIVACION 1 A 2 DÍAS

Existen diferentes fórmulas, pero la más empleada en la actualidad es la fórmula de Harris-Benedict. Esta fórmula es diferente para cada sexo:
MB Hombre: 66,473 + (13,751 x peso en kg) + (5,0033 x estatura en cm) – (6,7550 x edad en años)
MB Mujer: 655,1 + (9,463 x peso en kg) + (1,8 x estatura en cm) – (4,6756 x edad en años)
Con esta fórmula ya conocemos la cantidad de calorías que necesitará nuestro cuerpo para mantenerse pero ¡en reposo! Es decir, simplemente se trata de la energía consumida en respirar, mantener la temperatura corporal, el funcionamiento de nuestros órganos… por tanto a esta cifra habrá que añadir el número de calorías que gastaremos cada día según el grado de actividad física que realicemos.
Así, el gasto calórico final será calculado de la siguiente manera:
  • Personas ligeramente activas (realizan ejercicios suaves de 1 a 3 veces por semana):
Gasto calórico del metabolismo basal x 1,375